jueves, 25 de febrero de 2010

Comeinzo de la Travesía

He decidido dar comienzo a este blog haciendo un homenaje al amor. Claro que corro el riesgo de caer en interpretaciones banales y cursilerías, pero elijo arriesgarme.
En esta bitácora hablare de diferentes tópicos, muchos terribles y hasta inverosímiles pero todos ellos forman parte del universo que intentamos conocer y descifrar al cual llamamos realidad. El amor también forma parte de este universo.
En una pos posmodernidad apática, carente de valores, hasta de sentimientos y acciones misericordes quiero homenajear al amor al rescatar este poema de Alan Poe de quien, si bien no comparto gran parte de su obra literaria, reconozco que este fragmento es una musa inspiradora y esclarecedora para los paupérrimos tiempos en que vivimos:

¿Deseas que te amen?
(Edgar Allan Poe)

¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor... un sencillo deber.
Brindo para que nos reencontremos con el amor… no esa cosa barata y nauseabunda que predican los medios de comunicación haciendo pensar a las masas que amarse es aparearse, estafarse, dañarse, dejarse y continuar con esta destrucción en cuantas vidas se nos crucen.
No, me refiero al amor de verdad. El amor que humaniza, que sana las heridas,  que nos acerca, que a veces duele pero nos enternece tanto como nos hace fuertes…
Ah, por supuesto, ahora cabe preguntarse ¿Cuál es ese amor? ¿Existe? ¿Podemos disfrutarlo? ¿Podemos compartirlo? ¿Podemos amarnos y ser amados sin caer en el hedonismo o el capitalismo salvaje? O peor aun, seguir viviendo enajenados en las entupidas expectativas, absurdas fantasías oníricas, secuaces de tantos males y flagelos.
Muy bien, esta y otras tantas inquietudes son las que me propongo compartir y debatir y que forman parte del delirio colectivo
¡Que comience la travesía!